In Arte, Poesía Written by

Narcótico

Dejar ir algo que tenemos atesorado a nosotros es dejar ir parte de nuestra felicidad.

No cualquiera logra desprenderse de algo tan potente.

Sin embargo, hay que ser cuidadosos:

la felicidad entendida como narcótico es un dolor hipotecado en cuotas impagables.

Sin duda, es más deseable sentir dolor que no sentir nada en absoluto, pero esto también necesita un cuidado: no todo dolor es necesario para abrir paso al placer de sentir el afecto compartido.

Por eso, creo que es necesario entender lo siguiente: somos parte de un cambio constante.

También nosotros cambiamos, incluso bao el efecto narcótico del amor.

El problema es que bajo este efecto creemos elevarnos y una vez que los pies dejan el suelo, la cabeza cree que su estado de armonía es inmutable.

¡POBRES QUIENES CREAN QUE LA FELICIDAD ES UNA CONSTANTE!

(Visited 3 times, 1 visits today)
Close